yo pienso en ti

Si por cada momento que pienso en ti
Yo ganara un segundo de vida
De seguro estoy que no iba a morir
Porque yo pienso en ti noche y día Si por cada recuerdo que tengo de ti
Y tuviese un puñado de arena
Ni desiertos ni mares habría porque
Sería mía toda la tierra Yo pienso en ti, mientras duermo
Yo pienso en ti, cómo te sueño
Me despierto y sin darme cuenta
Pronuncio tu nombre
Luego beso tu foto que esta en mi mesita de noche
Yo pienso en ti, a cada instante
Yo pienso en ti únicamente
Y no hay nada que pueda alejarme de ti ni un momento
Porque tú estás metida en mi alma y en mi pensamiento
Yo pienso en ti, en ti
solamente pienso...
en ti Aunque estás muy lejos yo siento que estás tan cerca de mí
Vive siempre en mi mente y en mi corazón
Yo nunca te voy a olvidar

TU ERES MI SUENO

Gracias por este amor, por amarme y por estar en completo silencio cuando creo ver mi mundo derrumbarse... Siempre estás para mí, en ese silencio de amor con el cual sé que me comprendes cuando tengo mis días difíciles. Tú siempre me levantas cuando peor me siento, haces de mis días las más bellas vivencias cuando en mí habita la soledad. Me conoces y me amas, no puedo pedir más. Dios ha sido bueno con nosotros y nos regala un día más para poder decirnos cuanto nos amamos.

Y sigo con mis letras, mis cartas que cada mes te envío... Estas tienen la humedad del otoño y los radiantes colores de la primavera, porque es así como vive este amor en mi corazón.

Noviembre: casi es fin de año, pero este amor no se cansa, no se desespera, porque tu amor está grabado mucho mas allá de las estrellas con su propio brillo, más allá del inmenso universo que con mirada vigilante nos observa. Tú mi amor, eres mucho más grande para mí que el universo entero, tanto que mis ojos apenas pueden alcanzar a ver todo tu esplendor.

Y aquí me encuentro, sentada y pensando en nuestro amor... en las incontables cartas y poemas que ya pasaron por nuestras manos y nuestros corazones.
Me sumerjo y me pierdo entre cada pensamiento enamorado mientras mis manos instintivamente ya empiezan a bordarte unas nuevas y primeras líneas.

Pero este mes tiene algo especial, quizás es por la cercanía de los meses que un día parecieron tan lejanos pero que abrigan mi corazón al parecer cercanos, ¿será porque cada vez me encuentro mucho más cerca de ti, cielo mío? Hoy mi rostro se encuentra encendido de felicidad, quizás sea por la esperanza de saber que cada vez me encuentro más cerca tuyo, camino hacia ti, y siento que las distancias son cada vez más cortas, que nuestros labios se acercan en primorosos y primeras sensaciones de enamorados besos, que las caricias ya no son sólo para mi almohada, sino para ti, toda yo para ti.

Entre suspiros y pensamientos sublimes sigo escribiendo mis cartas, llenas de amor y palabras que parecen redundancia... Pero dime, ¿decir “te amo” se puede decir con otra palabra que no sea ella misma? Ahora ya sabes que no: los “te amo”, los “te extraño” sólo se pueden escribir así como lo hago yo: siempre sincera, siempre simple y sencilla, porque el amor ya tiene bastante adornos por sí solo...

Te abrazo amor, y qué bonito se siente hacerlo aun en la distancia... Desde mi ventana creo mirarte a lo lejos y verte caminar entre tanta gente. Puedo imaginar nuestro encuentro, es tanto tiempo el que lo estoy esperando que me lleno de amor cuando veo que las hojas de nuestro calendario caen. Mis letras ya no saben esconderse o quedar delatadas con cada carta ya escrita. Estos versos saben de un amor sincero, que se cuenta a sí mismo todas sus esperanzas como recién nacidas.

Tú convertiste todas mis preguntas en respuestas, te volviste en el sueño más anhelado que ahora tengo. Sólo en ti mi alma descansa, porque eres tú lo que más amo, lo que más añoro y lo que con más recelo en mi interior ahora guardo.

Llegaste a mí, y en mí ahora siempre permaneces, conmigo recordándote y reservándote mis sentimientos, mes a mes. Sólo tú eres el dueño de todas mis letras, dueño de mis días y de mis meses y así, un día no muy lejano, serás mi eterno amor. Ya no habrá secretos, porque no existirán motivos para negarnos ante las miradas incrédulas de los demás.

Por ahora mi realidad sigue siendo la misma: la de amarte de la misma forma todos los días, asimilando esta inquieta soledad como si fuese tu silenciosa compañía, siempre acompañándome al lado de mi escritorio al inspirarme unas nuevas letras más para servirte de consuelo a ti y a mí, para no ser presa de la desesperación y escribirte triste por pensar que nunca estarás conmigo. Pero confío en ti, como confío en mí misma, y sé que lograremos culminar nuestro bello sueño y juntos despertaremos de él, en nuestro lecho que ya empieza a reclamarnos a ambos.